jueves, abril 15, 2010

CARTA ABIERTA A LA CIUDADANÍA

Con relación a los recientes acontecimientos en los cuales han participado trabajadores de este gobierno, afiliados al Suteym, en marchas y cierre de palacio, deseamos informarte que sus peticiones son parcialmente justas; sin embargo lo injusto es que ex líderes sindicales quieran manipular el sentimiento y la nobleza de los trabajadores, y con engaños los obliguen a realizar manifestaciones y bloqueos de edificios, que únicamente afectan al ciudadano.

El alcalde Marco Antonio Calzada Arroyo ha marcado su línea de trabajo y va de la mano con un factor constitucional "a trabajo igual, salario igual". Sin embargo hoy día en la nómina del municipio hay personas que siendo auxiliares ganan más que los mismos integrantes del Honorable Cabildo. Es inexplicable como en tan poco tiempo y después de que fueron líderes sindicales lograron aumentar su salario a ese nivel.

Por sólo dar un ejemplo, Ricardo Tapia Urbiola, quien entró a laborar en 1989, es auxiliar de la Dirección de Servicios Públicos y gana 70 mil pesos mensuales, cifra similar a la suma del pago de 12 compañeros suyos, también sindicalizados y que en ocasiones tienen más antigüedad que él.

Si se realiza la suma de su salario en un año obtenemos que gana 840 mil pesos, más 200 mil pesos de aguinaldo, es decir arriba de un millón de pesos, cifra con la que podrían construirse tres aulas en una escuela para dar educación a más de 150 niños; o en su caso realizar guarniciones, banquetas y pavimento de ocho calles medianas.

Por tanto El alcalde ha expresado en todo momento su respeto irrestricto a los que verdaderamente se esfuerzan por devengar su salario; sin embargo está consciente de que en casos como los mencionados se atenta contra la inteligencia y buena voluntad del pueblo, puesto que al final es él quien paga a estos malos servidores públicos.

Por otro lado, el actual líder, Gabriel González Olvera quien entró a trabajar en 1994, gana 30 mil pesos mensuales, y tiene también a tres hermanos en el sindicato: Sergio Armando que gana 42 mil pesos mensuales y entró a trabajar en 1992; Gustavo en 1995, de 22 mil pesos y Oscar de casi 20 mil pesos mensuales (quien entró en el año 2000). Lo mismo ocurre con Sergio Maldonado Sánchez, quien empezó a laborar en 1994 y percibe más de 48 mil pesos mensuales, con los que pudiera pagarse a nueve personas.

En suma, el costo del pago mensual a estas personas supera la política de austeridad que el mandatario local ha instruido para todas las áreas en beneficio de la sociedad; es necesaria la congruencia en lo que se dice y se hace.

Finalmente toda la consideración por parte del gobierno local a los sindicalizados, quienes por años han dejado su vida trabajando en beneficio de la sociedad, pero su crítica y rechazo a los pseudo líderes que en defensa de sus bolsillos manipulan y mal informan a sus agremiados.

Atentamente

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