JOSÉ NARRO PARA PRESIDENTE

Si, la idea no es descabellada, José Narro Robles, es el hombre que necesita México para sacarlo adelante. Él actual rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene visión a futuro. Sabe de los problemas reales que aquejan a nuestra sociedad y sobre todo, es un mexicano comprometido.
Sí, los mexicanos no queremos muñequitos de televisión como Enrique Peña Nieto que a mal gastado el dinero público en una imagen falsa, ni tampoco ídolos de barro como lo es Andrés Manuel López Obrador, menos políticos oportunistas como Marcelo Ebrad u otros que salten a la palestra para tomar “el poder por el poder”.
También hay que rechazar a los que quieren continuar la guerra contra el narco sin estrategia. Ni políticos como Alonso Lujambio o Ernesto Cordero que están cobijados bajo la sombra de Felipe Calderón.
Ni uno de ellos merece estar al frente de nuestro país. Necesitamos un hombre que realmente piense por el bien del país.
En estos 100 años de cumpleaños de la UNAM, vemos, precisamente a José Narro, pronunciar en la Cámara de Diputados en San Lázaro, un llamado a los partidos políticos a establecer un acuerdo nacional para rescatar socialmente a México.
Ahí, frente a Felipe Calderón, cuyo gobierno es un desastre –desempleo, guerra, baja inversión extranjera, desarrollo social, pobreza-, José Narro puso la primera regla de oro para sacar adelante a nuestro país, duplicar la cobertura de educación superior en la próxima década y cumplir con el 1% del PIB en la investigación Científica y Tecnológica.
Recuerde amigo lector, que ni un presidente se ha vuelto a preocupar por la educación desde Lázaro Cárdenas, al contrario, hubo represión hacía los estudiantes, en 1968 Gustavo Díaz Ordaz y luego Luis Echeverría Álvarez, siguió la misma política contra el estudiantado de nuestro país.
Eso fue parte de los gobierno del PRI, luego en el 2000 el PAN ganó la presidencia con Vicente Fox, pero en vez de sacar adelante al país, lo metió en un desgaste social. Con Felipe Calderón, a todos nuestros problemas, se suma una guerra inútil que ha lastimado a nuestra sociedad.
Viene el 2012, la oportunidad para millones de mexicanos de cambiar, con su voto, otra vez el rumbo de México. José Narro sería una opción, el problema que tenemos es que estamos influenciados por la televisión, pues nos ha metido la imagen de Peña Nieto, como el más posesionado electoralmente en México.
Esto puede ser, pero de manera personal, no le veo visión política a Peña Nieto para llevar el timón de nuestro país.
Manlio Fabio Beltrones, senador priista es otra opción del PRI; sin embargo, es un “político mañoso” , mientras que Andrés Manuel López Obrador, usted sabe que al perder la presidencia en el 2006, empezó a pensar destructivamente.
Piénselo amigo elector, si ya fuimos gobernador por un ranchero, por qué no pensar en un académico como José Narro.

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Otro que fue rector de la UNAM con prestigio para gobernar nuestro país es Juan Ramón de la Fuente, también ya lo propusieron para ser candidato del PAN-PRD a la gubernatura del estado de México, pero no aceptó. Ahora, se dice, piensa en el gobierno del Distrito Federal pero con el respaldo de varios partidos políticos.
Carlos Navarrete, senador del PRD, se bajó del caballo electoral y ya no quiere ser candidato a la presidencia de la República, deja el camino libre a Marcelo Ebrad y a Andrés Manuel López Obrador.
Por cierto, el alcalde de San Salvador Atenco, Mario Ayala, ha impulsado ese conflictivo municipio, ya detonó la obra pública y la inversión municipal. Trata de borrar la mala imagen pública que tuvo Atenco por la lucha contra el aeropuerto de la ciudad de México.
El diputado del PRI, Héctor Pedroza, es un verdadero porro de Neza, él fue uno de los que quitaron las mantas del PAN en el recinto legislativo de San Lázaro. Tiene malos antecedentes en su municipio, ha crecido políticamente a base de la violencia.
Otra vez, Felipe Calderón se comprometió a proteger a periodistas de nuestro país, pero lo hizo ante organismos internacionales como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ). Esperemos que cumpla.