lunes, febrero 07, 2011
LA ALIANZA LÓPEZ OBRADOR-PEÑA, TEMEROSA
Ni Andrés Manuel López Obrador ni el gobernador Enrique Peña Nieto han quedado contentos con los resultados electorales en Guerrero y en Baja California Sur. Ambas entidades, de alguna forma, las han ganado las alianzas formales o no entre el PAN y el PRD.
En Guerrero –elecciones del 30 de enero-, Marcelo Ebrad, opositor de López Obrador para la presidencia de la República en el 2012, le dio un buen puñetazo electoral al Peje, porque sí funcionó la alianza entre los partidos de izquierda y más cuando el candidato del PAN, Marco Efrén Parra Ángeles, declinó públicamente por el ex priista, Ángel Rivero Aguirre, para impedir que el candidato del PRI, Manuel Añorve Baños ascendiera al poder.
Aunque en Guerrero el priista más golpeado fue el senador Manlio Fabio Beltrones, el gobernador Peña Nieto se llevó sus raspones.
Pero Peña sí recibió un puñetazo directo electoral fue en Baja California Sur, donde también la alianza Marcelo Ebrad-Felipe Calderón llevaron al poder al perredista, Marcos Covarrubias Villaseñor, con las siglas del PAN.
Ahora, viene la elección en el estado de México para el primer domingo de julio y la batalla electoral no va a estar fácil. Para ello, se va a fortalecer la alianza López Obrador-Peña Nieto, para mantener más dividido a los partidos de izquierda y evitar a toda costa la alianza formal con el PAN.
Sí, aunque usted no crea amigo lector, AMLO se ha puesto al servicio del gobernador Peña para pulverizar al PRD principal partido que busca la alianza con el PAN.
¿Por qué cree que en esta segunda gira de la llamada gira de la Lealtad, López Obrador ya no exhibe la fotografía de Peña Nieto, como lo hizo en la primera etapa de su campaña política para la presidencia de la República?
Simple: Hay acuerdo político.
Con ese escenario, López Obrador tiene la tarea de seguir golpeteando duramente al PRD de Jesús Ortega, Marcelo Ebrad, Héctor Miguel Bautista y Luis Sánchez, ya que su candidato Alejandro Encinas Rodríguez, tiene toda la intención y por supuesto la orden de su jefe, de registrarse como único candidato del PT y Convergencia, para la elección.
Ese rollo de que va a respetar los resultados de una encuesta ciudadana para ver si se acepta la alianza con el PAN, es pura mentira de Encinas que cree que ganaría solo, sin contar con acuerdo con los panistas.
Pero en realidad lo que va a ser Encinas y López Obrador es mantener intocable a las filas del PRI y dejarlos avanzar hacía las elecciones de julio, sin raspones, ni desgastes, mientras que a los partidos de oposición los va a mantener en jaque.
Peña Nieto al tener a su golpeador en el ring electoral tiene tiempo suficiente para maniobrar política y económica para fortalecer a su partido, sus estructuras políticas y a su candidato para avasallar en las urnas.
Y otra lectura que nos dejan los triunfos electorales de la alianza formal o no en Guerrero y en Baja California, es que el posible candidato del PAN-PRD será un panista, pues el perredismo opositor a López Obrador no tiene aspirante fuerte, toda vez, que Luis Sánchez presentó en escena a dos personajes sin mayor trascendencia que su buena voluntad.
El PAN tiene candidatos fuertes como Felipe Bravo Mena, José Luis Durán Reveles y Ulises Ramírez – a este último lo vinculan con el narco pero que tiene la estructura azul- y el PRD a lo más que pudo llegar es exhibir a Purificación Carpinteyro, una mujer inteligente pero conflictiva que trabajó en la SCT con Felipe Calderón y al ambientalista Ramón Ojeda Mestre, pues no tiene, por el momento, otras opciones.
PARA EL ARCHIVO…
En esta política de la ironía hay factores que se debe de tomar en cuenta: Un priista ganó Guerrero con banderas del PRD; en Baja California Sur, un perredista triunfo con colores del PAN y por supuesto en el estado de México, el candidato del Peña Nieto, ganará con la ayuda de López Obrador y Alejandro Encinas. Ironía pura.
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