Cuautitlán, Méx.- El bochornoso escándalo tras la detención de cinco policías inmiscuidos en una presunta banda de asaltantes y asesinos motivó nerviosismo entre muchos elementos de seguridad pública municipal, quienes aseguran que el hampa está más metida en la administración de lo que parece, pues “altos mandos obligan a delinquir a los compañeros”.
Con la condicionante de omitir sus nombres, tres elementos de seguridad pública municipal denunciaron que al interior de la corporación policiaca hay muchos asuntos “raros” que van desde escoltar unidades desconocidas por caminos y calles inusuales hasta Zumpango, Coacalco o Tecámac, incluso prestar vigilancia a empresas o casas particulares, aún fuera del municipio de Cuautitlán.
Coincidieron en señalar que “Ni son todos los que están ni están todos los que son, pues algunos de ellos son solo chivos expiatorios y el “comandante Gallegos” (Hedy Gallegos Osorio) es de los peces chicos, aseguró uno de los policías, tras destacar que si la autoridad se mete a fondo caerán funcionarios de primer nivel.
Los compañeros detenidos, continuaron, hablan de que utilizaban las patrullas para asaltar fuera del territorio, entonces quiere decir que o no hay control de las unidades o había permiso de los jefes “rásquele patrón y va a ver como sale harta mugre” sentenció uno de los uniformados a quien esto escribe.
El aseguramiento de la banda de presuntos secuestradores y asesinos integrada en su mayoría por policías municipales de esta localidad, entre ellos Oliverio Prado y Andrès Rivera, màs un jefe de turno que se encuentra prófugo, trascendió de tal manera que obligó a los funcionarios a no emitir declaración alguna, incluido el alcalde Francisco Javier Fernández Clamont , quien encerrado en su oficina ubicada en palacio municipal, se negó a dar entrevistas a los medios de comunicación.
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