México en Estado de Sitio, Rumbo a la Militarización o Golpe de Estado

Por: Luis Miguel Loaiza Cada vez la paz en México está más lejana, en este año se contabilizan por cientos los asesinatos en México, oficialmente en el Estado de México, por citar un caso, es de 72 muertos, cifra que no corresponde a la realidad, toda vez que también de manera oficial se reconocen 54 homicidios en Ecatepec y en Toluca es más o menos igual cantidad. La semana pasada, en el municipio más poblado del país, Ecatepec de Morelos, ingresaron fuerzas policiacas de la PGR, SEDENA, SSC y la propia seguridad municipal. Los frecuentes casos de masacres a lo largo y ancho de la geografía nacional está obligando a la población a tomar las armas para defenderse de la delincuencia organizada que, dicho sea de paso, hace años rebasó a los tres niveles de gobierno. Es de sobra conocido que en Ayutla, municipio del Estado de Guerrero y una docena de comunidades más, se han conformado grupos armados de ciudadanos, mismos que han dado resultados increíbles, como la retención de presuntos vándalos, pero también la denuncia de abusos de estas células ciudadanas. De manera increíble, el gobernador Ángel Aguirre, no ha intentado hacer valer el estado de derecho, al contrario, regaló más de mil uniformes y camionetas a estos grupos de ciudadanos organizados, lo que conlleva a un mensaje de toma de justicia por propia mano. Lo cierto es que el ejemplo de los guerrerenses está permeando en poblados lejanos y amenaza con expandirse y convertirse en una militarización de comunidades, especialmente rurales. Por citar un ejemplo, José Eligio Molina, alcalde de La Concordia, municipio sinaloense, hizo un llamado público para que sus gobernados se armen y defiendan sus propiedades y familias, en esa zona costera, cada vez son más frecuentes los pueblos fantasma, comunidades abandonadas por miedo o terror a ser también asesinados como docenas de vecinos y familiares de ellos. Un golpe de Estado? No es descabellada la idea, pero dependerá del gobierno federal el impedirlo o impulsarlo, según los resultados de sus programas de seguridad pública, aunque a decir de los expertos en la materia, son políticas públicas carentes de sentido, proyectadas desde un escritorio y sin un estudio real de las condiciones que permean en el país. Es más sencillo nombrar a los estados que no tienen alto índice delictivo que a los que sí padecen el flagelo de la delincuencia organizada, pues los segundos son mayoría y de nada sirve que el gobierno hable de una mejora en el turismo a raíz de la liberación de la francesa Cassez, pues el peligro es latente y el turismo no querrá llegar a un país donde corren peligro de ser secuestrados, asaltados o en el peor de los casos, asesinados.