Por Luis Miguel Loaiza
Cuánta razón tiene el gobernador Enrique Peña Nieto en la necesidad de profesionalizar al servicio público, iniciando con los proyectos a alcaldes y con los que ya están en función, los altos sueldos, los actos de corrupción, la insensibilidad y la carencia de experiencia administrativa van minando la credibilidad de la población en sus gobernantes, dicen que la licenciatura no quita lo necio y en algunos casos se aplica.
Es absurdo que casos como el del dispendio del ex alcalde de Atizapán, Gonzalo Alarcón y el perder en la bolsa 50 millones no ocasione la investigación seria y su aseguramiento para deslindar responsabilidades.
El tema ya trillado, amenaza con pasar al archivo muerto gracias, supongo a intereses políticos más que de justicia para la explotada población de ese municipio, al tiempo.
Por cierto que entre el equipo del alcalde hay también quienes no saben para que sirve su función y en el caso de comunicación social, piensan que deberían tener un control férreo sobre los medios de comunicación, al grado de no permitir que se publique nada que ellos no han autorizado, es decir, a su propio concepto, prefieren que se señale los errores administrativos, aunque esto lesione la imagen del alcalde a que se publique información oficial no autorizada por ellos, ojalá la directora de comunicación social investigue bien, pues podría dormir con el enemigo y no lo sabe.
Retomando el tema de la preparación de alcaldes, un claro ejemplo es que la línea de homologar las líneas discursivas, gráficas y de información para todos los municipios mexiquenses no está sirviendo de mucho, pues el hecho de que todos los alcaldes realicen el mismo tipo de obras y jornadas para emitir boletines que difieren con otras localidades solo por el nombre de municipio es absurdo y cansado.
El colmo es que al recibir la línea de no pago de pasivos, no solo se enemistan con unos poveedores, sino que son objeto de investigaciones a fondo y denuncias al por mayor, como es el caso de Arturo Ugalde quien está aferrado en no pagar los adeudos registrados legalmente en pasivo, su soberbia actitud habla de lo que podría ser México si su jefe político está al frente, habrá que razonar bien, pues su actitud solo afecta la imagen del gobernador.
La necedad de Ugalde Meneses es preludio de lo que puede pasa en la próxima elección, es decir, al PRI le costó mucho recuperar el otrora bastión panista y con sus actos parece que s trata de solo terminar el periodo y regresarle el poder a los azules, pues le sale bien al señor.
En otra información, también el que empieza a jugar con fuego es el presidente de Texcoco, Amado Acosta, pues su buena imagen ante la gente y medios de comunicación se comienza a desmoronar gracias al actuar de sus funcionarios, más claro, parece que el área de prensa se empeña en generar una guerra con los reporteros de la zona y al rato esto va a afectar mucho a su alcalde, pero como dicen por acá: “al son que me toquen, se bailar”…Y YA
domingo, mayo 23, 2010
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