Horizonte Mexiquense

¿Candidaturas ciudadanas o pesca de votos a mediano plazo? Examen de control de confianza y la Carabina de Ambrosio Pues como lo anunciara el gobierno del Estado de México y lo ratificara la comisión permanente de la LVIII Legislatura, que preside el diputado perredista Octavio Martínez Vargas, ya fue turnada a la comisión correspondiente para su análisis y, seguramente, su aprobación, la iniciativa enviada por el titular del ejecutivo estatal para dar cauce a las candidaturas ciudadanas que, dicho sea de paso, ya se contempla en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos. Este sin duda es un avance a la reforma electoral y aunque habrá que esperar el protocolo de aprobación oficial y el vobo. del instituto electoral. La medida abre expectativas a ciudadanos que ambicionan o ansían un cargo de elección popular para servir a su Estado, municipio o distrito, gente que cansada de tanta corrupción y de sus políticos que no sirven, sino que se sirven del cargo, quieren dar un vuelco a la historia, pero, ¿ Qué podría haber detrás de tan buena intención? Definitivamente hay buen ánimo y luego del triunfo de Raúl Luna Tovar en el municipio de General Enrique Estrada, en el meritito Zacatecas, al ganar como candidato independiente la municipalidad al PRI, los sueños de muchos se verán más cerca que nunca. Poniendo como ejemplo a Ecatepec, el verdadero laboratorio político de la nación, observaría lo siguiente: Para ser postulado y aceptado como candidato independiente, una persona tendría que tener el respaldo de por lo menos el 0.13 por ciento del padrón electoral que significan algo así como 16 mil seguidores, tomando en cuenta que el padrón oscila entre 1 millón 300 mil unidades. Obviamente que los presuntos candidatos ciudadanos no serán priistas pues todo militante del tricolor es leal a su partido y aunque pertenezca a corrientes distintas a quien resultara abanderado por su partido se alineará como siempre bajo el famoso “efecto mercurio”, descartemos entonces a los priistas. Lo cierto es que serán personas, reitero, cansadas del PRI o séase, perredistas sin oportunidad en el Sol Azteca; panistas con las mismas características o simples personas resentidas con los partidos conocidos y/o ciudadanos apartidistas, que no es lo mismo. Bajo el sueño guajiro esta gente se encargará de convencer a importantes grupos de ciudadanos y se crearán liderazgos improvisados o eventuales que finalmente disminuirán fuerza a los partidos de oposición (PRD,PAN, PT, Morena), convirtiéndose en distractores que beneficiarán indudablemente al PRI. Tras trabajar incansablemente para convencer a sus prospectos de seguidores se enfrentarán a la siniestra realidad de conservar a su gente, de mantener activa a su estructura y lo más difícil: conseguir los patrocinios, pues sin dinero se aplica el dicho de “un político pobre, es un pobre político”, ahí es donde inicia el verdadero propósito de esta modalidad, la pesca y repesca de esos nuevos líderes con bombardeos económicos, amenazas y promesas. Inicia el periodo de aprovechar el trabajo inconcluso de los aspirantes a candidatos independientes, se fortalecerá el partido que tenga más recursos y de paso ya habrán debilitado a la oposición al arrebatarles votos potenciales, votos de gente inconforme con el PRI y que tradicionalmente sufragan por cualquiera menos por el tricolor. ¿Locura del escribiente?, quizás, pero en este medio he aprendido a pensar mal, al tiempo. Bueno en otro tema, obligado por cierto, es lo acontecido en Tultepec, donde un policía mató, asesinó a dos jóvenes ebrios por supuestas ofensas. Es importante ver cómo se ha dramatizado el asunto, por una parte los agredidos, supongo, no estaban tomando bebidas alcohólicas en la vía pública como santos, a esa edad los jóvenes son groseros y más con la autoridad, se vuelven insolentes y supongo que el alcohol les dio valor para lanzar improperios, pero ese no es el tema central, sino el que un policía preparado “profesionalmente” haya mostrado su impreparación, es decir, ya había pasado la prueba de control de confianza, lo que demerita entonces este paso pues no garantiza, para nada, la seguridad del ciudadano de que dicha prueba hará mejores elementos y entonces ¿Para qué rayos los obligan a pasar este examen que, dichos sea de paso, engorda los bolsillos no se de quién? Si con todo y la acreditación de la prueba se demuestra que no funcionan como guardianes del orden, entonces quiere decir que definitivamente ha fracasado la política de Seguridad Pública en el Estado de México y que ni el mando único podrán dar la seguridad de tener una policía capaz. Que no argumenten que es un caso aislado porque si vemos lo que sucede en muchos de los municipios entonces argumentarán que son 125 casos aislados en el territorio mexiquense…Y YA.