Involucran a Cura en Desaparición de una Menor de Edad

Por David Esquivel
Atizapán de Zaragoza. Mèx. La Procuraduría de Justicia del Estado de México (PJEM), citó a dos funcionarios de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, para que informen dónde se encuentra el sacerdote, Gerardo Romero Hernández, presunto responsable de la desaparición de la joven de 17 años edad, Ana Jimena Martínez Titaux, con quien tendría algún vínculo sentimental.

Acompañado por agentes de la Procuraduría de Justicia del Estado de México, Oliver Martínez, hermano de Ana Jimena, este martes entregó dos citatorios en las oficinas de la Arquidiócesis de Tlalnepantla dirigidos al Vicario general, Leodegario Gómez, y a monseñor Jorge Aguilera, éste un alto purpurado del Clero Católico.

Al ser entrevistado dijo que la diligencia ministerial se dio después que representantes de la Arquidiócesis se negaron a proporcionar información del sacerdote Gerardo Romero, principal sospechoso de la desaparición de Jimena, al cual identificó en la Agencia del Ministerio Público Especializada en la Atención a la Violencia Intrafamiliar y Sexual (AMPEVIS), y “fundamental para aclarar el paradero de mí hermana”, dijo Oliver.

Explicó que su hermana de 17 años de edad, estudiante de preparatoria, se fue de su casa el 15 de febrero después que sus padres le llamaron la atención por su cercanía con el sacerdote de la parroquia de la Eucaristía, ubicada en el fraccionamiento de Las Alamedas. De acuerdo a versiones públicas, el sacerdote Gerardo Romero, empleaba su cuenta Facebook para comunicarse con la menor y escribirle frases amorosas. Los vecinos del Fraccionamiento Las Alamedas en la vía pública colocaron lonas en las cuales exigen que el sacerdote de informe del paradero de la joven.

En un comunicado de prensa, este martes la Arquidiócesis de Tlalnepantla, expuso que: “Comprendemos la situación de la familia de la joven y la acompañamos en su angustia y preocupación, confiando en que lo más pronto posible regrese a su casa y pueda incorporarse a su vida de hogar”.

Estableció que por el momento no se cuenta con elementos suficientes para emitir un juicio sobre la posible responsabilidad del padre Gerardo.

La institución estableció que “reiteramos la convicción de que cualquier clérigo que realice acciones que tengan alguna responsabilidad penal deberá presentarse ante las instancias civiles y eclesiásticas que lo requieran, para que responda de ellas”.