Lic. René Martínez Souvervielle Rivera.
rene@valledemexico.org.mx
En artículo anterior comentamos que las alianzas entre partidos políticos, de ideologías opuestas, iban a provocar que las campañas resultaran violentas y ríspidas, toda vez que alianzas de ese tipo puramente pragmáticas producirían desorientación dentro de sus respectivas membresías y al carecer de una plataforma ideológica definida que interesara al electorado, nos llevaría a que los partidos políticos recurrieran a la “guerra sucia” para lograr sus objetivos.
El escándalo reciente nos da a conocer que el Gobierno Federal y algunos estatales, utilizan fondos públicos para apoyar las campañas políticas de los candidatos a gobernadores, de filiación política afín a sus intereses partidarios.
El espionaje y grabación de pláticas de algunos gobernantes, ha sido el medio preferido para denunciar hechos delictivos cometidos, como ha sucedido en Oaxaca, Puebla y Veracruz.
La utilización de fondos públicos con fines electorales, es un delito, como también lo es, la intervención telefónica en pláticas privadas. El resultado han sido de acusaciones mutuas, denuncias penales, en un lodo político que salpica y denigra al Gobierno Federal y a los estatales y golpea fuertemente a los partidos políticos involucrados.
La alianza del PAN y el PRD, se concreta con el propósito único de derrotar al PRI y con la bendición de Felipe Calderón, se concretaron en Oaxaca, Puebla, Veracruz, Hidalgo, Durango y Sinaloa, alianza cuyo resultado será puesto a prueba en las próximas elecciones del 4 de julio, evento en el que contenderán por la elección de Gobernador en 9 entidades en manos del PRI, 2 en manos del PAN y 1 en las del PRD.
Para evaluar la próxima elección, se debe de tomar en cuenta que el cochinero de la guerra sucia, hará que disminuya la concurrencia de electores a las urnas. La alianza pragmática de PAN y PRD, no gustó a buen número de militantes y dirigentes del PAN y del PRD, lo que quizá provoque abstención de algunos de ellos. En la mayoría de los candidatos de la alianza, la postulación se hizo en favor de ex priistas , que no fue lógicamente bien visto por la militancia aliancista.
Perjudica a nuestra incipiente democracia las marrullerías electorales que estamos viviendo. Ojalá que el resultado de las elecciones del 4 de julio, calmen el ambiente político y que provoque que los partidos políticos regresen a la contienda con su ideología propia y observando los ordenamientos electorales, se facilite que el electorado, previo análisis, vote por el partido político de su preferencia.
La ecuanimidad, transparencia y elecciones en paz, son elementos necesarios y compromisos que deben asumir y respetar los partidos políticos, pues de otra manera, de no ser así, los conflictos serán enormes que enmarquen las elecciones locales a celebrarse en al año 2011 y sobre todo afectaría a la elección federal en el año 2012.
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